Dónde dormir y alojamiento en Mt. Koya (Japón) – Templo Hoon-In.

Dónde dormir en Mt. Koya (Japón). Review del alojamiento en Mt. Koya (Japón) – Templo Hoon-In. Utilizado en mi viaje a Japón-China (Hong Kong-Macao) ’08.

Alojamiento en Mt. Koya (Japón). TEMPLO HOON-IN. Del 24.03.08 al 25.03.08. Total 2 días / 1 noche. Precio total 198€. Precio por noche y persona 66€ (habitación triple, baño compartido).

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Bastante tuvimos que buscar en Koyasan… no ya por las opciones de alojamiento en sí (que tampoco hay tropecientas obviamente), sino para conseguir el templo budista que más se ajustara a nuestras necesidades, básicamente: una relación calidad/precio correcta (que alojarse en un templo es bastante caro), y que estuviera lo mejor posible situado para así poder optimizar el tiempo que estaríamos aquí.

Y así, tras leer muy buenas críticas y viendo que cumplía «requisitos», acabamos en el Templo Hoon-In… Para llegar a Koyasan y al Templo Hoon-In en concreto… desde la estación JR Shin-Osaka o estación de tren JR Osaka, hay que coger el metro hasta Namba (15min). Desde aquí, entre 30min-1h en el Nankai Express Koya hasta la estación de tren Gokurakubashi. Entonces tomamos el tren cremallera hasta la estación de Koyasan (5min) y aquí cogemos el autobús hasta la parada de bus de Atagomae, y muy cerquita, se encuentra el Templo Hoon-I, situado prácticamente en pleno centro de Koyasan, no tiene pérdida. Podemos ir andando prácticamente a cualquier lugar de Koyasan sin mayor inconveniente (aunque tenemos un paseíto importante para llegar a algunos lugares claro jeje).

Decir también, que, como todos los templos aquí en Koyasan, tienen toque de queda, pero con el frío que hace (según la época obviamente) y al no haber nada que hacer aparte de «turismo» (olvídate de salir a tomar algo o cenar por ahí) no hay problema: estaréis dentro del templo jeje. Y por cierto, obviamente y como podrás suponer… Internet no hay xD.

Tanto Koyasan en general como el Templo Hoon-In en concreto es increíblemente tranquilo, ideal para descansar, meditar, reflexionar, realizar una pequeña introspección… y apartarse del mundo material e híper consumista y superficial al que en ocasiones nos acostumbra Japón ;). Además, tuvimos suerte ya que parecía no haber prácticamente nadie alojado, sólo vimos una pareja japonesa a la mañana siguiente, por lo que el silencio y la tranquilidad nos acompañó durante nuestra breve estancia. Puedo decir sin duda que esta noche fue, hasta ese momento, la que mejor he dormido en mis dos viajes a Japón.

Y es que el Monte Koya o Koyasan es el centro y lugar más importante del budismo shingon en Japón… ¡desde el año 819!, ahí es nada… Y, obviamente, es uno de los centros religiosos/filosóficos y de peregrinación más importantes de Japón y es Patrimonio de la Humanidad como parte de los Sitios sagrados y rutas de peregrinación de los Montes Kii. Visitar Koyasan es introducirse en la relajación y la tranquilidad, la religión y la filosofía, la meditación y el pensamiento…

El budismo shingon es una de las más importantes escuelas y sectas budistas en Japón; un budismo «esotérico y tántrico», más cercano a las escuelas budistas de la India y Tibet, que las existentes en Japón… Así pues, el budismo shingon se centra en la meditación y los rituales que conducen a la iluminación, la cual no es algo tan lejano y distante como nos muestran otras escuelas y sectas budistas, sino que es posible y viable alcanzarla de forma real en una vida física. Prácticas, rituales y meditaciones de las que, además, nosotros íbamos a ser partícipes (aunque fuera de forma muy breve), durante nuestra (igualmente breve) estancia, en el Templo Hoon-In en Koyasan.

La atención e instalaciones son similares a cualquier ryokan, pero no deja de ser distinto obviamente… esto es un templo budista, con lo que hay que tener el máximo respeto a las indicaciones que te dan (esto no es para «estar de fiesta» por decir algo). El Templo Hoon-In está gestionado por una familia…

El padre de familia; el monje al cual nosotros solo vimos al día siguiente por la mañana en las oraciones y que amablemente después de las mismas habló con nosotros y nos dejó sacar fotos. La mujer, o que nosotros suponíamos que era la mujer vamos jaja, la cual también sólo vimos el día antes de irnos y que se prestó muy amable ella a sacarnos varias fotos en la entrada y a acercarnos a la estación en su coche (sin palabras como siempre con la atención al cliente y la amabilidad japonesa)… Y al hijo, también monje… y al que le dejaban para que se curtiera en inglés con los huéspedes jeje. Él nos preparaba las habitaciones, la cena, el desayuno, etc… Él era el único que veíamos en el templo… hablaba muy poco inglés (menos que yo, y ya es decir xD). Se ponía súper nervioso y se rallaba mogollón al no saber decirte las cosas (decía continuamente «sorry sorry sorry» mientras se llevaba la mano a la cabeza tocándose la sien XD), pero le ponía todo su empeño, su buena intención y su buen hacer (y reverencias varias), sin duda un infinito 10 para él.

¿Qué contar de las habitaciones?, una pasada… Nos dieron dos habitaciones (éramos tres): una doble y una individual, cosa que no entendimos mucho, ya que en la más grande cabíamos 4 personas sin problemas… pero parece ser que en este templo no hay habitaciones triples como tal en categoría, no obstante, nos la dieron una al lado de la otra… Las habitaciones tradicionales japonesas eran enormes y silenciosas (con suelo de tatami y puertas de papel de arroz claro jeje), estaban equipadas con tv, calentador de agua, mesita para sentarse y calentarse las piernas jeje, un pequeño calefactor portátil (y es que hacía un frío muuuy importante), y los futones (cómodos y grandes) guardaditos en el armario hasta que te los colocan :). En este templo no hay habitaciones con baños privados, todos los baños son compartidos, pero no hay problema al respecto, los teníamos frente a nosotros… Baños, duchas, lavabos y wc’s galácticos… todo limpio e impecable, seguramente los baños comunes más limpios que he visto en mi vida.

Indicar que la decoración interior del templo es preciosa, con un ambiente y entorno totalmente «evocador y relajado». Sinceramente, para ser el templo más barato de Koyasan (y mira que ya es caro de por sí), me esperaba una atención peor o/y un templo más «cutre», pero al contrario; toda la construcción está realizada en madera y piedra, con algún pequeño «jardín zen» (sí, valga la licencia, que esto no es budismo zen como bien sabemos xD) en el exterior (estábamos rodeados de plantas y árboles) y con roca, grava y troncos de árboles en el interior a modo de jardín decorativo bajo nosotros en los pasillos interiores, muy curioso sin duda. Todo muy budista (shingon, que no zen xD) pero exponiendo una tranquilidad y paz que se respiraba y se notaba en el ambiente.

Por la mañana, antes del desayuno, puedes asistir en la planta superior (una sala enorme) a las oraciones y meditaciones budistas, a las cuales asistimos obviamente (de hecho, éramos los únicos, y muy sobados xD), en un ambiente realmente esotérico; con poca luz, velas, incienso, y el sonido de las campanillas y el recitar de los mantras… ¡¡¡una experiencia totalmente aconsejable y recomendable, sin duda!!!

El desayuno y la cena están incluidos, eso sí, a unas horas… y es que somos españoles xD. La cena a las 6 de la tarde, el desayuno a las 6 de la mañana, éste después de las oraciones… y además todo vegetariano claro… ¡¡¡uff, qué mal rollo!!!, pensamos sinceramente que no íbamos a comer casi nada jeje (y es que somos omnívoros sí, pero más tirando a la carne xD), pero… ¡¡¡al contrario!!! Había arroz, sopa de miso, pescado… es decir (al final no deja de ser vegetariano, no vegano), que aunque no te guste la comida vegetariana y las “cosas verdes” (como es mi caso), vas a poder desayunar y cenar sin problemas, y además una pedazo de cena espectacular, con sus birras o/y sake incluido si querías (como así fue, nos hinchamos…). La verdad es que no esperábamos algo así ni de coña, ¡nos habíamos traído algo de picar por si acaso! jaja.

Todas las comidas te las sirven en una habitación aparte, cerca de la enorme entrada y hall de recepción… ¡pero privadas!, es decir: no estábamos con nadie, sólo nosotros tres en una habitación para nosotros únicamente. Puedes explayarte, cenar tranquilamente sin agobios o ruidos y rodar por el tatami si querías después de unas cuantas birritas jeje, nos sorprendió gratamente la verdad. Además, no era una sala pequeñita sin más, sino una sala bien grande de tatami (comías en el suelo sentado sobre un cojín) y, como decía; la comida estaba cojonuda y en una cantidad muy aceptable ;).

Sin duda, un lugar totalmente recomendado como habréis podido deducir. Buena localización, atención cojonuda, buena comida, impecablemente limpio, lugar y entorno tranquilo y silencioso donde se respira paz y puedes asistir a rezos y prácticas budistas… y además estás alojado en un templo budista, no en un «alojamiento cualquiera», ¿qué más quieres? Volvería a ir, sin duda 🙂.

Información práctica y datos de interés, del Templo Hoon-In en Monte Koya.

Dónde está y cómo llegar: el Templo Hoon-In se encuentra situado en 283 Koyasan, Koya, Ito District, Wakayama Prefecture 648-0211. Desde la estación JR Shin-Osaka o estación de tren JR Osaka, hay que coger el metro hasta la estación de metro de Namba (15min). Desde aquí, entre 30min-1h en el Nankai Express Koya hasta la estación de tren Gokurakubashi. Aquí, tomamos el tren cremallera hasta la estación de Koyasan (5min). Aquí tomamos el autobús hasta la parada de bus de Atagomae, y muy cerquita, se encuentra el Templo Hoon-I, situado prácticamente en pleno centro de Koyasan, no tiene pérdida. Podemos ir andando prácticamente a cualquier lugar de Koyasan, incluidos los principales atractivos que aquí se encuentran.
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